El texto aborda la
investigación como un medio para el desarrollo de la creatividad tanto en
estudiantes como en los docentes. La investigación en el aula es vista como un
proceso básico para desarrollar habilidades y competencias desde un nivel
inicial hasta la universidad (p. 102). Esto permite, desde y sobre la practica
educativa, mejorar las estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Las competencias son
vistas como algo innato de cada persona y que maduran, es decir, no se educan,
por lo tanto, todas las personas son capaces de realizar muchas actividades,
como investigar, pensar, crear, construir y más, por ende, la educación es la
guía para el desarrollo de estas competencias.
Las habilidades son
estas actividades que se aprenden con la practica y guiadas por un tercero
(p.103), como observar, nombrar, identificar, inferir, resumir, etc. A partir
de este proceso se desarrolla una cultura investigativa que transforma la
curiosidad natural en habilidad para problematizar situaciones (p. 103).
Es por lo anterior,
que se asume la postura de que la investigación debe realizarse desde los
niveles educativos iniciales teniendo en cuenta los objetivos generales
educacionales (curriculum) (p. 104)
Los estudiantes
investigadores deben, desde sus experiencias cotidianas, ser guiados por
docentes para seguir el camino de un científico. Así se potencia esta
competencia para tener más científicos y comprender el mundo desde este punto
de vista (p.105). Esto siempre desde el enfoque para buscar la creación
mediante la reflexión y la problematización del mundo.
La investigación en
el aula se debe desarrollar de forma natural, aprenderla mediante el error, con
un clima adecuado (p.105) y siempre guiado, ya que, “el error mas grande
cometido por el docente, es mandar al alumno a buscar información sin
procesarla y analizarla” (p.105). Así entonces, todo proyecto de investigación
debe combinar tres tipos: científicos (para realizar investigaciones similares
a los científicos), tecnológicos (producir y construir objetos de utilidad) y
sociales (Problemas comunales con propuesta de soluciones). Todos estos de
acuerdo al nivel y grado educativo. (p.105 – 106).
Todo proyecto debe
planificarse y debe ser una actividad que estimule y desafíe a los estudiantes
a interrogarse problemáticas. Para esto deben considerar: el criterio de la
interacción y el diálogo para aprender reflexionando y considerar distintas
alternativas. También el coprotagonismo, ya que el docente debe enseñar a
preguntar a los estudiantes, lo cual resulta clave, porque convierte el aula en
búsqueda de la verdad. Además, la significación del aprendizaje, porque el
razonamiento se relaciona con la adquisición de significados. Por último, el aprendizaje
de conceptos y procedimientos claves, en vez de cubrirse con cantidades extensa
de información. Un proyecto con estas características fortalece la
metacognición, ya que regula y favorece los propios procesos de aprendizaje y
fomenta el aprendizaje cooperativo (p. 106). Los métodos recomendados para este
desarrollo de proyectos son: la exposición problemática, la búsqueda parcial,
conversión heurística y el método investigativo. (p.106)
Desde el punto de
vista del docente investigador, debe fortalecer la duda como primer paso, para
el fin de la enseñanza de la búsqueda (p. 107). Los docentes deben conformar
equipos heterogéneos para aprovechar la discusión de los diferentes puntos de
vista de cada estudiante. Es labor del docente promover nuevos intereses de
búsqueda en los alumnos, además de que debe tener un buen manejo y conocimiento
de la “materia que imparte” (p. 108)
Por último, luego de
algunas consideraciones, plantea estrategias para la investigación en el aula,
partiendo por el planteamiento de situaciones problemáticas, estudiarlas
cualitativa y cuantitativamente, orientar el tratamiento científico, plantear
los nuevos conocimientos en varias situaciones y comunicar los resultados a la
comunidad.
El foco de lectura de
este texto se basa en la experiencia de los docentes y los alumnos en las
tareas de investigación. Resulta primordial el enfoque de la investigación como
un eje del proceso de enseñanza-aprendizaje y, es más, tiene una tendencia a
mostrar que es el docente quien debe ser el responsable tanto por enseñar una
metodología investigativa, como aprender de los resultados obtenidos por sus
estudiantes.
Este texto se puede
valorar por la validación de la duda para la investigación desde los distintos
niveles académicos, desde los más pequeños hasta el universitario. Es
interesante que se plantee el trabajo de cuestionar y problematizar desde
pequeños el mundo en que nos desenvolvemos, junto a su contexto. Esto resulta
primordial para, luego de realizarse dichas cuestiones, investigarlas y así
obtener un panorama completo que, además de ampliar el espectro del mundo a los
alumnos, permite aprender al profesor sobre estas diferentes conclusiones a las
que puedan llegar los estudiantes.
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