Blog creado para las fichas de lectura del curso Didáctica del Lenguaje 1

lunes, 13 de noviembre de 2017

Sevilla, J. Alumnos y docentes investigadores creativos. Umbral, Revista de Educación, Cultura y Sociedad, 5, 102-110.

El texto aborda la investigación como un medio para el desarrollo de la creatividad tanto en estudiantes como en los docentes. La investigación en el aula es vista como un proceso básico para desarrollar habilidades y competencias desde un nivel inicial hasta la universidad (p. 102). Esto permite, desde y sobre la practica educativa, mejorar las estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Las competencias son vistas como algo innato de cada persona y que maduran, es decir, no se educan, por lo tanto, todas las personas son capaces de realizar muchas actividades, como investigar, pensar, crear, construir y más, por ende, la educación es la guía para el desarrollo de estas competencias.
Las habilidades son estas actividades que se aprenden con la practica y guiadas por un tercero (p.103), como observar, nombrar, identificar, inferir, resumir, etc. A partir de este proceso se desarrolla una cultura investigativa que transforma la curiosidad natural en habilidad para problematizar situaciones (p. 103).
Es por lo anterior, que se asume la postura de que la investigación debe realizarse desde los niveles educativos iniciales teniendo en cuenta los objetivos generales educacionales (curriculum) (p. 104)
Los estudiantes investigadores deben, desde sus experiencias cotidianas, ser guiados por docentes para seguir el camino de un científico. Así se potencia esta competencia para tener más científicos y comprender el mundo desde este punto de vista (p.105). Esto siempre desde el enfoque para buscar la creación mediante la reflexión y la problematización del mundo.
La investigación en el aula se debe desarrollar de forma natural, aprenderla mediante el error, con un clima adecuado (p.105) y siempre guiado, ya que, “el error mas grande cometido por el docente, es mandar al alumno a buscar información sin procesarla y analizarla” (p.105). Así entonces, todo proyecto de investigación debe combinar tres tipos: científicos (para realizar investigaciones similares a los científicos), tecnológicos (producir y construir objetos de utilidad) y sociales (Problemas comunales con propuesta de soluciones). Todos estos de acuerdo al nivel y grado educativo. (p.105 – 106).
Todo proyecto debe planificarse y debe ser una actividad que estimule y desafíe a los estudiantes a interrogarse problemáticas. Para esto deben considerar: el criterio de la interacción y el diálogo para aprender reflexionando y considerar distintas alternativas. También el coprotagonismo, ya que el docente debe enseñar a preguntar a los estudiantes, lo cual resulta clave, porque convierte el aula en búsqueda de la verdad. Además, la significación del aprendizaje, porque el razonamiento se relaciona con la adquisición de significados. Por último, el aprendizaje de conceptos y procedimientos claves, en vez de cubrirse con cantidades extensa de información. Un proyecto con estas características fortalece la metacognición, ya que regula y favorece los propios procesos de aprendizaje y fomenta el aprendizaje cooperativo (p. 106). Los métodos recomendados para este desarrollo de proyectos son: la exposición problemática, la búsqueda parcial, conversión heurística y el método investigativo. (p.106)
Desde el punto de vista del docente investigador, debe fortalecer la duda como primer paso, para el fin de la enseñanza de la búsqueda (p. 107). Los docentes deben conformar equipos heterogéneos para aprovechar la discusión de los diferentes puntos de vista de cada estudiante. Es labor del docente promover nuevos intereses de búsqueda en los alumnos, además de que debe tener un buen manejo y conocimiento de la “materia que imparte” (p. 108)
Por último, luego de algunas consideraciones, plantea estrategias para la investigación en el aula, partiendo por el planteamiento de situaciones problemáticas, estudiarlas cualitativa y cuantitativamente, orientar el tratamiento científico, plantear los nuevos conocimientos en varias situaciones y comunicar los resultados a la comunidad.
El foco de lectura de este texto se basa en la experiencia de los docentes y los alumnos en las tareas de investigación. Resulta primordial el enfoque de la investigación como un eje del proceso de enseñanza-aprendizaje y, es más, tiene una tendencia a mostrar que es el docente quien debe ser el responsable tanto por enseñar una metodología investigativa, como aprender de los resultados obtenidos por sus estudiantes.

Este texto se puede valorar por la validación de la duda para la investigación desde los distintos niveles académicos, desde los más pequeños hasta el universitario. Es interesante que se plantee el trabajo de cuestionar y problematizar desde pequeños el mundo en que nos desenvolvemos, junto a su contexto. Esto resulta primordial para, luego de realizarse dichas cuestiones, investigarlas y así obtener un panorama completo que, además de ampliar el espectro del mundo a los alumnos, permite aprender al profesor sobre estas diferentes conclusiones a las que puedan llegar los estudiantes.

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